Great Ocean Road

Teníamos a penas día y medio para realizar esta ruta y teniendo en cuenta que en Melbourne anochece a las 5.30 (volvimos a cambiar de hora) creíamos que no veríamos casi nada pero han sido unos de los días mas provechosos del viaje.

Llegamos al aeropuerto a las 3 de la tarde asique decidimos hacer la ruta al contrario de como se hace habitualmente, ir hasta el final directamente y empezar al día siguiente temprano.

Como no podía ser de otra forma no habíamos reservado coche asique lo hicimos al llegar al aeropuerto. Alquilamos uno tras las preguntas de rigor:

– tipo de coche?

– el mas barato

– automático o manual?

– manual

– tenéis menos de 24 años 🙂 esta última claramente la mejor.

Llegamos al parking y ¡pedazo coche! Un kia cerato casi nuevo, maletero enorme para las mochilas, nos gustó Pablo pero esto es otro nivel. Por cierto, como la van tenia nombre a este le pusimos Nikita… porque? pues no se muy bien, no conocíamos nombres coreanos y esto podía sonar similar.

Son casi las 4 deberíamos ponernos en marcha… un momento, a esto le falta un pedal, y ?esas letras en la palanca de cambios? … !coche automático! No pasa nada se supone que son mas fáciles de conducir… Tras varias pruebas con las letras conseguimos salir rectos aunque a trompicones del parking, poco a poco fui desactivando mi pierna izquierda y fue todo bien.

Salimos del parking con un mapa en el que solo se marcaban 2 pueblos… asique nos perdimos… tras consultar a varios gasolineros conseguimos encontrar nuestra carretera cuando empezaba a anochecer. Creo que no lo he comentado pero nos turnamos para conducir salvo por las noche que conduzco yo ya que como buena miope por las noches veo muy bien y me debo manejar bien en esas circunstancias… En fin, íbamos bien por esa carretera cuando, de repente, la supuesta autovía se convirtió en una regional de 2 carriles, trafico en contra… todo controlado, un poco mas despacito y listo… empieza a llover… tramo en obras… bancos de niebla… y cuando te acostumbras a todo eso y dejas de pensar, pasa lo que pasa, en un semáforo mi pierna izquierda cobro vida y pegue un pequeño frenazo… cuando reanude la marcha me fije que las luces internas del coche estaban encendidas, la causa había sido Ruth, que en un acto reflejo que denota su desconfianza en mi conducción intentó abandonar el coche abriendo su puerta… por lo demás a eso de las 8.45 llegamos a destino unos 300 kms después.

El hostel que buscábamos estaba bien pero no teníamos reserva (¿alguien lo dudaba?) y cerraban a las 9 … a veces las cosas salen bien 🙂

El día siguiente podemos denominarlo el del encuentro con la naturaleza, vimos en total libertad a muchos animales, aves de muchos tipos, emues, canguros y hasta koalas!.

De todas formas varios desencuentros con la vida salvaje:
– Grey Kangaroo: tempranito en una islita en el pueblo del hostel dando un paseo un grey kangaroo decide posar para nuestras fotos y se acerca a saltitos, un salto, otro más… !la leche! se quedo un rato y luego decidió marchar.

– Koala: por la mañana habíamos visto varios koalas en los arboles, o mas bien sus culos porque estaban muy arriba en los arboles y como duermen casi todo el día y mas en esta época del año es todo lo que creíamos que íbamos a ver. Por la tarde, en otra zona, paramos el coche porque nos pareció ver algo en un árbol, cuando empezamos a fijarnos vimos que estábamos rodeadas por todos lados de koalas. Ruth empezó a sacar sus fotos y de repente, entre la maleza escuche un ruido, pensaba que era un canguro asique me acerque, y vi que era un koala y que estaba andando por el suelo. De la emoción yo no hacia mas que gritarle a Ruth ¡que hay uno en el suelo! y ella con su foto a uno subido en un árbol !que hay uno en el sueloooooooo! mientras tanto yo saque mi cámara, modo vídeo y me puse a grabar al animalito, en un momento se sentó, me miró fijamente y, ese precioso muñeco de peluche empieza a tener una mirada rara, te fijas y tiene unas uñas de la leche de largas y tratas de recordar si has leído algo de si esos bichos atacan, si son muy rápidos o que, pero claro, si te mueves se estropea el vídeo… al final me perdonó la vida y decidió continuar su camino 🙂

– Vacas: que decir de estos bichos que nos rodearon en el coche, que nos miraban con desprecio pensando que estábamos en su carretera y a ver porque se iban a apartar, y yo pensando en el seguro de coche de 15$ al día que a ultima hora decidimos no coger…

– Radar de trafico: para terminar la noche un pequeño encontronazo con un radar de trafico que no se porque se molestó al pasar un semáforo en ámbar… a ver si no me dejan salir del país ahora…

Como veis un par de días de lo mas completitos, y !aun nos espera Tasmania!

Besos: Rox!

6 comentarios en “Great Ocean Road”

  1. Teneis mas peligro vosotras…. jajaja. Yo esperaba q «el coche barato» fuese la furgoneta psykogay!!! Rus seguira preparandose la ropa del partido para el proximo dia no? 😉

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