Australia allá vamos

Australia, territorio de contrastes, ese país que ocupa casi un continente y a la vez el más pequeño de ellos. Nuestras antípodas o lo más lejos de aquí que podemos estar. Un viaje en el que viviremos en más de 4 usos horarios, el caluroso clima tropical del norte, el contraste del desierto en el centro y el frío de las montañas nevadas del sur. Todo eso a poco más de 48 horas … ¡Y yo con estos pelos!

Varios son los objetivos de estas líneas: presentaros el viaje y el nuevo formato de las típicas crónicas (os doy la ocasión por adelantado de solicitar la baja de la lista), concienciarme de lo poco que queda y ayudarme con la preparación de la mochila (nueva por cierto, pedazo regalo de cumple). Si me olvido de algo me lo recordáis, ok?

Aprovecho también para presentaros a Ruth, mi compañera de viaje en esta ocasión y la excusa para emprender esta aventura, su hermano está en Australia por una temporada y yo, como buena amiga, decidí acompañarla para que le visitara. Con Rus (como también la conocemos) seguro que me entiendo bien. Le gusta revisar bajo la cama antes de acostarse por si hay bichos, asique seguro que estoy protegida… No come mucho con lo que seguro que no paso hambre y le gusta madrugar para hacer deporte lo que no me molesta, puedo hacer tiempo en la cama mientras hace su serie de abdominales sin ningún problema 😉

Volviendo al viaje, la verdad es que eso de irse a un sitio tan lejos, tan diferente y tanto tiempo (¿aun no he dicho que me voy casi un mes?) impone un poco pero bueno, ni que fuera la primera de estas aventuras, no?.

Lo de conducir por la izquierda no me preocupa que tengo reciente la experiencia de Irlanda, el tema del idioma tampoco, no es que controle mucho el ingles pero ya nos haremos entender, además Ruth está repasando y ya controla a la perfección en present y past perfect 🙂 pero hay algunas cosillas que no se me deberían olvidar:

• Viaje: en total más de 35 horas, 2 escalas (Londres, Ho Chi Min), 3 continentes… Como curiosidad decir que salimos un martes y llegamos el viernes y aun estoy dando vueltas a donde perdemos los días. Otro de los regalos imprescindibles de mi cumple son esos juegos de mesa que espero no hagan mas llevaderas esas horas.
• Clima: para evitar tener que aclimatarnos y no notar diferencia con Bilbao llegamos en invierno (estoy empezando seriamente en reglar mi ropa de verano, para el uso que le doy). Tocará pasar frío o fresco, a ver que tal los baños en el pacífico y el índico.
• Comida: por lo que he leído hasta ahora poco que destacar, habrá que probar la carne de canguro la de bufalo y la de cocodrilo. El resto supongo que estilo inglés, fish & chips y cosas similares, eso siempre y cuando tengamos tiempo de comer 🙂
• Bichos: hay muchos y variados: mosquitos, arañas, serpientes… En este aspecto no veo problema, mi teoría es la siguiente: si aquí, cada insecto que se me acerca me produce hinchazón, sarpullido etc en el hemisferio sur debería ser lo contrario ¿no?. No obstante, por si no ocurre así llevaré mi kit de repelente de bichos, crema para las picaduras etc.

Y además de todo esto, mi lista de imprescindibles que no me puedo olvidar:

• Encontrar a Mofli (¿os acordáis?)
• Buscar a Nemo y charlar un rato en balleno con Dory
• Tirar un boomerang (y agacharme por si acaso)
• Buscar a cocodrilo Dundee y pagarle una cervecita
• Ver como es en vivo y en directo un ornitorrinco
• Visitar la tierra de Taz
• Echarme protector solar ¿50? todos los días

No se si me va a dar tiempo…

Después de releer esto creo que quizá me esté preocupando demasiado y al final el maestro Krahe tenga razón cuando dice aquello de «en las antípodas todo es idéntico, idéntico a lo autóctono«.

¡Besos!